El aroma de un buen viaje




Al igual que una buena taza de café recién hecha desprende un aroma inconfundible, para aquellos que gustan de esta bebida excitante, los viajes de placer emanan un característico olor a felicidad y relajación.

En los viajes, nos olvidamos de todo y nos sumergimos en el mundo de los sentidos, despertamos sensaciones que en nuestra vida diaria quedan relegadas al olvido, por nuestro ajetreado y veloz día a día. Por eso es tan importante que los viajes sean algo más que un alojamiento y un transporte hasta el lugar de destino. Los viajes nos sirven para recordar que estamos vivos, que lo que nos rodea tiene un olor que lo caracteriza.

Hay lugares en el mundo cuyo olor será repulsivo y otros que nos agradarán con su aroma. Todos ellos nos dejarán su impronta.

Recordaremos en familia o con amigos, como el bazar de las especias, en Estambul, además de proporcionarnos los productos típicos, nos embriagó con sus olores a especias, dulces y frutos secos.

O quizás vengan a nuestras mentes, las fragancias que podemos encontrar en algún museo del perfume, como pueda ser El Cairo, donde nos deleitaron las esencias que componen los ungüentos y aromas, que ya los sacerdotes que vivían cerca de los templos, en el antiguo Egipto, elaboraban en sus propias dependencias. Aunque, en este caso, fuera para la utilización en ceremonias religiosas, donde el sacerdote después de postrarse ante la imagen del dios que se venerara en su templo, le ungía con ungüentos olorosos y le perfumaba con incienso.

Los viajes deberían ser un placer para los sentidos y si eso es lo que quieres deja que en www.9punto9.es te asesoremos en tus viajes a Turquía o Egipto.

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