Un blog de Sensaciones Viajeras

Es sabido por todos, que los primeros grandes viajes se realizaron atravesando una basta cantidad de agua con naves especialmente hechas para este fin. Los fenicios, considerados el pueblo marinero por excelencia, que recibieron su herencia náutica de los pueblos mediterráneos que ya desde la prehistoria costeaban por este mar, conocían las corrientes marinas y se guiaban por la estrella Polar, para comerciar con los pueblos de la costa mediterránea. Después de los fenicios, llegaron los griegos y después los cartagineses. Todos ellos con el fin de controlar el comercio de los puertos del Mediterráneo. Hoy en día, también podemos surcar el mar Mediterráneo, en las confortables embarcaciones que las diferentes navieras ponen a nuestro servicio, para descubrir las ciudades que enmarcan los puertos mediterráneos que antaño utilizaron los pueblos navegantes de este mar. España, Túnez, Italia y Francia, son los países en los que estos cruceros hacen sus escalas para visitar c

Al igual que una buena taza de café recién hecha desprende un aroma inconfundible, para aquellos que gustan de esta bebida excitante, los viajes de placer emanan un característico olor a felicidad y relajación. En los viajes, nos olvidamos de todo y nos sumergimos en el mundo de los sentidos, despertamos sensaciones que en nuestra vida diaria quedan relegadas al olvido, por nuestro ajetreado y veloz día a día. Por eso es tan importante que los viajes sean algo más que un alojamiento y un transporte hasta el lugar de destino. Los viajes nos sirven para recordar que estamos vivos, que lo que nos rodea tiene un olor que lo caracteriza. Hay lugares en el mundo cuyo olor será repulsivo y otros que nos agradarán con su aroma. Todos ellos nos dejarán su impronta. Recordaremos en familia o con amigos, como el bazar de las especias, en Estambul, además de proporcionarnos los productos típicos, nos embriagó con sus olores a especias, dulces y frutos secos. O quizás vengan a nuestras

El placer de degustar una buena comida nos lleva a visitar lugares. Y yo añadiría que el mejor momento para disfrutar de la comida es cuando viajamos, el resto del tiempo, lo que hacemos es alimentarnos. No hace mucho oí a alguien decir, que cuando te sientas relajado a la mesa, con buena compañía, los sabores que descubres en la comida, se multiplican por mil. Por norma general, cuando viajamos por placer, lo hacemos en buena compañía y cuando nos sentamos a la mesa, lo hacemos de manera relajada, por lo que un viaje es el mejor momento para disfrutar de la cocina del lugar que estemos visitando. Los lugares que en el mundo se visitan más, son también aquellos que tienen un mayor reconocimiento en su cocina. Y eso en España lo sabemos bien. Para un español no es necesario viajar muy lejos para disfrutar de una cocina que deleitará nuestro paladar. Pero en el mundo existen otros muchos lugares que nos sorprenderán con sus platos. Japón, es uno de estos lugares. Los

Cuantas veces habremos vistos una foto de alguno de nuestros viajes y no recordamos el colorido que en ella vemos. Y sin embargo al ver sus colores recordamos las sensaciones que el viaje, que refleja, dejó en nosotros. Hay viajes que nos dejan marcadas sensaciones de color, como son las de las célebres curtidurías de Fez, situadas en una zona que apenas se ha movido de la Edad Media. Y donde, las pieles, después de ser sometidas a un baño de cal y a un tratamiento especial en unas cisternas de piedra o ladrillo, son teñidas por obreros que en cuclillas e inclinados sobre las cisternas, sumergen las pieles en los diferentes tintes de colores naturales. Negro antimonio, rojo amapola, azul añil y amarillo azafrán son los colores que se vienen a nuestra mente cuando recordamos nuestro viaje a Fez. Otro lugar en nuestras antípodas, que nos brinda una luminosidad extraordinaria, es Champagne Pool, en la isla norte de Nueva Zelanda. Aunque su nombre (Champagne Pool), no viene d

"Lawrence de Arabia", "La Playa", "Siete Años en el Tibet", "Diarios de Motocicleta", son algunas de las películas que hacen que quienes las ven, se conecten al ordenador para preparar su próximo viaje. La fotografía de todas ellas nos transporta a lugares exóticos, como los desiertos arábigos, o nos lleva por rutas  iniciáticas a través de Argentina, Bolivia y Perú, o quizás nos recuerda una época mochilera que ya olvidamos o hubiéramos querido tener. Pero si lo pensamos bien, todas las películas nos hacen querer viajar. Para conocer el lugar en el que se grabó una única escena, como es el banco de Forrest Gump, situado en la ciudad de Savannah, en Georgia, Estados Unidos, o donde se grabó toda una película, como "El Señor de los Anillos", que nos puso en la pantalla Nueva Zelanda. Para cualquier lugar al que quieras viajar después de ver una película tienes a Viajes 9 PUNTO 9. www.9punto9.es

Hoy se inicia un nuevo año y como los anteriores, la música de la orquesta Filarmónica de Viena ameniza nuestras mañanas del primer día del año. Y esto me ha hecho recordar que todos los viajes tienen su música. Algunos de película, otros romántica, y la mayoría de las veces tienen acordes del lugar, o como la mayoría diría, hoy en día, música étnica. Pero, si un lugar tiene su propia música ese es Viena. Toda Austria rezuma música clásica por los cuatro costados, pero Viena es una ciudad que nos recuerda al comienzo del año, con la Filarmónica interpretando obras clásicas. Y no sólo a nosotros nos trae recuerdos musicales, el concierto de año nuevo se ve en más de ochenta países y más de mil millones de personas se ponen delante de la pantalla para escuchar esa música que les vendrá a la memoria, si en algún momento de sus vidas viajan a la capital de Austria. A mi particularmente Viena me recuerda al Danubio Azul y a la marcha Radetzky. Desde Viajes 9 PUNTO 9, queremos qu